...ahí acostado, hundido, una sensación desconocida, pero aun sabía que no era buena, tenía miedo, y no sabía que hacer, como debia levantarse, siquiera si debía hacerlo, se sentía perseguido y acosado, se veia a el mismo reflejado en miles de ojos, machacado en bocas ajenas, perdido entre palabras y remedios, consecuencias que él no creia que debía pagar, incluso, se rehusaba. Decidió que debía decir adiós, a ellos, sumergirse en su propia vida y fantasía, en sus letras y canciones, escupir su secreto mayor, descubrirse en el cuando y como. Lanzó la primera mordida, era amarga, como el consuelo moribondo de aquellos días; el primer golpe, seco y polvoso, liberador, espiritual y un tanto adictivo, como droga demoledora. Sabia que no estaba haciendo bien, pero de alguna forma le funcionaba, ya habia cometido errores, habia pecado, quería llegar al límite, vivia en su dulce mentira, en una falsedad crónica, que en cierto punto la creia verdadera, al fin, le dolía, la sufría y disfrutaba a su manera muy personal, pero le dejaba huellas, recuerdos del placer, y se fue, sigiloso y titilante, dio el primer paso y no miró atrás, trató de no sofocarse, y se saltaba uno que otro látido, entre risa y suspiro, estaba confudido, había huido, en ese momento se dio cuenta que predecible se habia vuelto, y se odio en ese mismo momento, y luego pensó, nada puede ir peor, no puedo ser peor, y se inundo su alma, entro en una especie de trance cósmico, del que ya no queria escapar, solo jugar y viajar, sentir la levedad del tiempo, no le resultaba díficil, estaba entrenado, los hombres de su vida lo adiestraron, sabia perfectamente como ausentarse, negarse, incluso desvanecerse, esa clase de cosas que no enseñan en la escuela, las fechas de batallas eran intrascendentes, él solo se preocupaba por ganar esas guerras internas que dejaban muchos caidos. Tenia el camino claro, o al menos eso suponia, como la mitad de su vida, supuesta, otra cosa que no le resultaba extraño.
El seguia caminando, sin dormir, su piel se torno rojiza y quebradiza, y todo lo que termina en iza, y una lagrima rodaba por su mejilla, el recuerdo de aquellos lo golpeaban a la cara, los pequeños detalles caian del cielo y golpeaban a su alrededor, se odio mas en ese momento, entregó todo hasta que darse vació, quizá por eso se lleno de mentiras y falsedades, de historia truncas o sobreactuadas, ahora perdio todo, nunca tuvo reputación y ahora hasta la perdió, solo le quedan esas pequeñas fisuras que dejan escapar el humo.

6 complices cínicos

  1. Marcos Legaspi on 23 de julio de 2008, 13:57

    ahora si que no entendi mucho.

    :P

     
  2. Mond on 23 de julio de 2008, 16:12

    ¡Qué complicado! Creo que lo importante es que se vio, ¿o no?

     
  3. vanto y vanchi on 25 de julio de 2008, 9:17

    Nice!

     
  4. Mond on 3 de agosto de 2008, 7:36

    ¡Quiero post nuevo!

     
  5. Perro Laico on 3 de agosto de 2008, 15:12

    soy fan.

     
  6. Xavysaurio on 8 de agosto de 2008, 1:01

    ira ya vine y vine y ni comento por que no se que comentar que se lea inteligente, pero ya te tardaste siglossss en postear, no seas goevoooon y postea!