Pueden ser las dos de la tarde o las 4.28 de la mañana, para el tiempo que llevo soñandote, tus besos, rehuyendo tus miradas, tu intentas despertarme, no, no lo hagas, permiteme soñarte en silencio, tranquilo, dibujando una sonrisa en mi rostro, inquieto, sin decirte adios. Esa es la parte mas dificil, soñarte y dejarte ir, sin siquiera tenerte, sin percibir el aroma de tu loción, respirate un tanto lento, cuando el humo se llena de color violeta, cuando el viento me recuerda las caricias que algun dia soñe, no puedo, me es díficil, me cuesta tanto despertar, darme cuenta que he caido en un juego, que tus labios sabor a menta, de donde escaparon esas dos palabras tan dificil de pronunciar, ha sido solo un engaño, un farsa o una ilusión. Quédate, aquí a mi lado, dejame provocarte las mas dulces sensaciones, quedate aquí a mi lado, donde el tiempo no pasará, dejalo todo atrás, quedate aquí a mi lado, donde las lagrimas se vuelven de cristal, y ya nada puede cambiar, quedate aquí a mi lado, donde la luz se extingue y de abre paso al calor, a las caricias , quedate aquí a mi lado, donde nada puede hacernos daño, por fin, quedate, no me dejes ir, no me dejes abrir esa puerta en la que te perderé para siempre, a donde partiras a unos sueños ajenos, en los que la tinta mancha el amor que puedo llegar a tenerte, en los que todo se vuelve azul. Escapemos juntos, hagamos que el mundo gire a nuestro paso, donde nadie nos pueda ver, ni escuchar, donde solo nosotros podamos sentir. Dime que debo hacer para no dejarte ir, ¿Qué puedo hacer diferente? Perdón si me porto insitente, pero solo quiero sonreir sin miedo, puedo encontrar tantas formas de hacerte feliz, de hacerte el mundo entero.

0 complices cínicos