Ese sentimiento de paz, de magia interna, cuando te das cuenta que la estrellas se alinearon confabulando en tu contra; cuando el aire se respira mas frio, espeluznante no?; ese sombrío juego del misterio con el tiempo, con el destino, cuando las sombras de la calle han desaparecido por completo cuando el brillo de la luna se vuelve tu cómplice, tu guía, cuando ese instinto natural de luz se ha vuelto tan frágil y delicado; ese sentimiento de grandeza al mirarte al espejo, al verte desnudo, así, tal cual, sin vergüenza, cuando por fin eres capaz de verte a ti mismo, cuando te has perdido en el camino, y por fin te reencontraste o al menos el intento haz hecho, mas de lo que muchos pueden decir; quizá, este no sea el fin, quizá solo el principio de ese viaje que todos estamos por recorrer en algún momento de nuestra vida, cuando el mar azul decida venir a jugar, cuando el canto de los pájaros ahuyente tus pesadillas, decidas volver a ese lugar donde el viento hacia contacto con tu piel, cuando la brisa del destino chocaba con tus sentidos, cuando por fin te diste cuenta que estabas vivo, cuando despertaste y te diste cuenta que la vida no te dejaría en paz hasta matarte y cuando tomaste esa firme decisión, jugar en contra del destino y hacerlo tuyo, inagotable, inalcanzable e inolvidable, como tu.

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