Alguna vez creí esas historias, de princesas y caballeros, del castigo de la soledad, o debo decir de infame golpe de la soledad, esos cuentos baratos donde solo la gente normal podría ser feliz, donde nuestra misión era rescatar o mejor aun, ser rescatados, pero no nos cuentan las historias donde uno se pierde en una línea recta, donde dejamos de ser nosotros, cuando ves el mundo como gira y gira, los cuentos donde no necesitas ser rescatado, porque no tienes a un dragón vigilando tu ventana, ¿Dónde quedaron los cuentos donde podemos vivir en la parte mas alta del castillo sin ser molestados? Quizá solo ser esperados o ¿porque no? Ignorados, donde podamos vivir en pausa, en esa eternidad entre canciones, donde podamos apagar el interruptor y vivir en off, quizá soy un hombre moderno o desquiciado o quizá solo pretendo vivir en la parte mas alta del castillo.

2 complices cínicos

  1. ¡El Varol! on 5 de junio de 2009, 9:23

    Sólo para recordarle, que usted no es alguien normal, por ende, su felicidad, será diferente.

    Sañudos, un abrazo... Y me invita a su castillo de vez en cuando.

     
  2. ettorillo on 6 de agosto de 2009, 4:09

    Desde la torre se vive en estados contemplativos, pero se corre el riesgo de volverse un voyeur, viviendo al margen sin ser partícipe. Creo que aunque implica riesgos y esfuerzo la verdadera vida se vive abajo, es probable que las lecciones más enriquecedoras estén en callejones, veredas y debajo de algún puente... y al final, la experiencia vivida es la que más nutre a la creación.