lleva sonando quizá horas, intenta descubrirte, robarte un suspiro, o solamente intento escuchar tu voz, una vez mas, y esto se esta volviendo masoquista, pretendiendo interesarte, gustarte, aunque se que lo hago, lo percibo en tu voz, en tu risa mermada, casi nula, pero a mi no me engañas. Ellos dicen que debo tranquilizarme, que eres uno de tantos que he conocido, una mas de mi lista, que solamente eres un capricho de mi cama, o de cualquier lugar donde podamos estar solos y creo que tienen razón, yo trataba de engañarme a mi mismo, y el tiempo se agoto, la espera fue demasiada, creí que lo hacia por amor, por gusto, por una pasión pasajera, por esa atención que lograbas robarme, por las ansias de tenerte entre mis brazos, por sentirte en mi piel, sentirte parte de mi juego, ganar tu confianza, tus risas y tus desvelos, pero al fin, yo puse la reglas, y solo para romperlas, para sacarte de esta partida, olvidado, debo decir, recorrido, sentirte parte de esta aventura, pero al final, uno no invierte a la baja. Aunque debo confesar que si eres lo que esperaba, solo una cara linda, unos labios carnosos, hábiles, capaces de hurtar un jadeo, una caricia fingida, despertar al león, provocar una explosión de energía en mis brazos, prenderle fuego a mis manos, sobresaltar mi temperatura, y al final decidí mudarme, con mis besos y mimos a otros brazos, a unos donde no haya ido antes.
- ¿Porqué eres tan raro?
y yo contesté:
- Por que así te gusto.
"Sabemos que no tienes corazón, pero se te olvida que los demás si tienen"
Olvídalo
Alguna vez creí esas historias, de princesas y caballeros, del castigo de la soledad, o debo decir de infame golpe de la soledad, esos cuentos baratos donde solo la gente normal podría ser feliz, donde nuestra misión era rescatar o mejor aun, ser rescatados, pero no nos cuentan las historias donde uno se pierde en una línea recta, donde dejamos de ser nosotros, cuando ves el mundo como gira y gira, los cuentos donde no necesitas ser rescatado, porque no tienes a un dragón vigilando tu ventana, ¿Dónde quedaron los cuentos donde podemos vivir en la parte mas alta del castillo sin ser molestados? Quizá solo ser esperados o ¿porque no? Ignorados, donde podamos vivir en pausa, en esa eternidad entre canciones, donde podamos apagar el interruptor y vivir en off, quizá soy un hombre moderno o desquiciado o quizá solo pretendo vivir en la parte mas alta del castillo.
Ese sentimiento de paz, de magia interna, cuando te das cuenta que la estrellas se alinearon confabulando en tu contra; cuando el aire se respira mas frio, espeluznante no?; ese sombrío juego del misterio con el tiempo, con el destino, cuando las sombras de la calle han desaparecido por completo cuando el brillo de la luna se vuelve tu cómplice, tu guía, cuando ese instinto natural de luz se ha vuelto tan frágil y delicado; ese sentimiento de grandeza al mirarte al espejo, al verte desnudo, así, tal cual, sin vergüenza, cuando por fin eres capaz de verte a ti mismo, cuando te has perdido en el camino, y por fin te reencontraste o al menos el intento haz hecho, mas de lo que muchos pueden decir; quizá, este no sea el fin, quizá solo el principio de ese viaje que todos estamos por recorrer en algún momento de nuestra vida, cuando el mar azul decida venir a jugar, cuando el canto de los pájaros ahuyente tus pesadillas, decidas volver a ese lugar donde el viento hacia contacto con tu piel, cuando la brisa del destino chocaba con tus sentidos, cuando por fin te diste cuenta que estabas vivo, cuando despertaste y te diste cuenta que la vida no te dejaría en paz hasta matarte y cuando tomaste esa firme decisión, jugar en contra del destino y hacerlo tuyo, inagotable, inalcanzable e inolvidable, como tu.
-¡Qué león tan morboso y masoquista!" 1
A veces, cuando el silencio de la calle ahoga mi ventana, el viento se apoderá de mis sueños y de mis suspiros, veo el reflejo de aquel día que esta por llegar, del día en el que entre en ese sueño ya fundido, y masticado, el día en el que la luz de sus ojos, el aroma de su piel y el brillo de su cabello sea suficiente para mi, para vivir, para darme cuenta donde pertenezco, aquel día en el que yo, este que sienten, el que rie, sueña, maldice y arrastra estas letras, este escritor irreflexivo, deje esas palabras agobiantes y desmedidas, el día que sus entrañas se consuman, su boca pare de transpirar y sus piel comience a deshelarse y el juego de su mente, desenmarañe sus historias, cuando, el león se enamore de la oveja, cuando su careta masoquista se torne tan real, como su sangre violetasea, cuando este pasatiempo, deje de ser tan inofensivo, cuando finalmente entre en esa fantasía desmesurada y un tanto prosaica y degradada, que nos lleva al límite de la realidad y la crueldad fría y violenta, cuando sus palabras tengas que ser devoradas por el mismo, por su agonía frivola y simplista, finalmente llegará el momento donde sea tan innegable esa necesidad por el otro, que le resultará fascinante el simple suspiro, su cuerpo estremercerse al contacto de su piel, el deleite del sueño y descanso ajeno, el embelesimiento de sus caricias moderadas y egoistas, el vuelo de su cabello y su sonrisa rutilante, y su calor extenuante, ese día donde, yo, pueda simplemente
volar despacio.
1 Twilight -Edwrd y Bella-
Las nubes, las veiamos pasar, intentaba subirme en una, imaginaba que a partir de ahí todo sería distinto, mas fácil quiza, como si las respuestas estuvieran escritas, pero tengo un problema con las preguntas, siempre están al reves, siempre existe un cielo mas azul. Diria que lo siento, pero no de esa forma que te gustaría oirlo, siento haber corrido, haber brincado, haber huido, siento haber intentado y quedarme a medias.
El ayer, se rompió, como yo